Educar hoy es diferente. Los medios de comunicación, el Internet, la televisión, la radio, el cine, etc., tienen una influencia creciente y no siempre transmiten los valores que los padres quieren que vivan sus hijos.
El ambiente, los amigos, la escuela, la calle, etc., tampoco dan siempre el ejemplo deseado.
Por otra parte; la saturación de trabajo, el activismo social de los padres, así como la incorporación cada vez mayor de la madre al trabajo laboral, han traído como resultado la disminución de las horas dedicadas a la familia.
Esta situación ha creado una preocupación generalizada aportando como consecuencia el desarrollo de “Nuevas Técnicas Educativas” que abren a los padres nuevos horizontes. Es una realidad que contamos con respuestas optimistas; las investigaciones en el área del comportamiento humano han hecho posibles valiosas aportaciones en el campo de la educación familiar. Esta nueva situación exige a los padres responsables una mayor preparación como educadores.
Los padres deben aprender a educar mejor y conocer los nuevos recursos con que cuentan las ciencias educativas. De esta manera, los buenos resultados serán lo normal en una familia responsable y los «hijos problema» la excepción.
En la sociedad actual hay que educar en FUTURO.
El futuro no es una consecuencia del azar. El futuro lo estamos haciendo entre todos. Cada familia presta su colaboración al esforzarse en ayudar a sus hijos a ser personas libres y responsables. Para ello es necesario formarse, prepararse y mejor aún profesionalizarse.
Supone un serio esfuerzo pero la trascendencia del asunto lo merece. En esa lucha algo hay seguro: la familia vivirá más unida y feliz en su común esfuerzo por mejorar…una mejora que terminará siendo contagiosa.